Mi abuelo , José Tábora Campa,totalmente concentrado en la decoración de una tarta de almendra con glasa real...bajo la atenta mirada de nuestro perro de porcelana..La vida transcurría mas lenta,más pausada...aunque imagino que su sensación podría ser la que tenemos hoy en dia : que todo es demasiado efímero como para poder degustarlo con calma...